@elprofebati
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Desde que el sistema educativo se basa en el desarrollo y adquisición de competencias, uno de los retos que se le presenta al profesorado es la evaluación de dichas competencias. Cuarta y última entrega de la serie de artículos que aborda este tema
Finalizamos esta serie de artículos sobre la evaluación de las
competencias en el área de Religión con la cuarta entrega y última sobre
las Rúbricas.
Recientemente he descubierto este magnífico post de rojotse en https://tumaestros.co que comparto con todos vosotros. ¡Qué gran trabajo!
Las estrategias para indagar los conocimientos previos
contribuyen a iniciar las actividades en secuencia didáctica. Son
importantes porque constituyen un recurso para la organización gráfica
de los conocimientos explorados, algo muy útil para los estudiantes
cuando tienen que tomar apuntes.
El aprendizaje significativo
se favorece con los puentes cognitivos entre lo que el sujeto ya conoce
y lo que necesita conocer para asimilar significativamente los nuevos
conocimientos.
Estos puentes constituyen los organizadores
previos, es decir, conceptos, ideas iniciales y material introductorio,
los cuales se presentan como marco de referencia de los nuevos conceptos
y relaciones.
La clave del aprendizaje significativo radica en relacionar el nuevo material con las ideas ya existentes en la estructura cognitiva del estudiante.
Por
consiguiente, la eficacia de tal aprendizaje está en función de su
carácter significativo, y no en las técnicas memorísticas.
Las estrategias de enseñanza-aprendizaje
Las
estrategias de enseñanza-aprendizaje son instrumentos de los que se
vale el docente para contribuir a la implementación y el desarrollo de
las competencias de los estudiantes.
Con base en una secuencia
didáctica que incluye inicio, desarrollo y cierre, es conveniente
utilizar estas estrategias de forma permanente tomando en cuenta las
competencias específicas que pretendemos contribuir a desarrollar.
Existen
estrategias para recabar conocimientos previos y para organizar o
estructurar contenidos. Una adecuada utilización de tales estrategias
puede facilitar el recuerdo.
Cuáles son las estrategias para indagar los conocimientos previos
En
este primer apartado se presentan algunas estrategias para indagar
conocimientos previos, ya que son el punto de partida del docente para
guiar su práctica educativa en la consecución de los alcances esperados.
Es
importante aclarar que existen estrategias que se pueden utilizar en
las tres fases de una secuencia didáctica; sin embargo, para fines
prácticos, se han clasificado de acuerdo con una función preponderante.
Lluvia de ideas como estrategias para indagar los conocimientos previos
La lluvia de ideas es una estrategia grupal que permite indagar u obtener información acerca de lo que un grupo conoce sobre un tema determinado.
Es adecuada para generar ideas acerca de un tema específico o dar solución a un problema.
Cómo se realiza la Lluvia de ideas
Se parte de una pregunta central acerca de un tema, una situación o un problema.
La participación de los estudiantes puede ser oral o escrita (se debe delimitar el número de intervenciones).
Se exponen ideas, pero no se ahonda en justificaciones ni en su fundamento.
Todas las ideas expresadas son válidas.
El tiempo para llevar a cabo esta estrategia es breve: no más de 15 minutos.
Debe
existir un moderador, quien debe anotar en el pizarrón las ideas
expuestas y promover un ambiente de respeto, creatividad y relajación.
Las ideas se analizan, valoran y organizan de acuerdo con la pregunta central.
Se puede realizar conjuntamente con otros organizadores gráficos.
Después
de haber indagado en las ideas previas de los participantes, es
conveniente realizar una síntesis escrita de lo planteado.
Para qué se utiliza la Lluvia de ideas
La técnica clásica de la lluvia de ideas (brainstorming en inglés) permite:
Indagar conocimientos previos.
Favorecer la recuperación de información.
Favorecer la creación de nuevo conocimiento.
Aclarar concepciones erróneas.
Resolver problemas.
Desarrollar la creatividad.
Obtener conclusiones grupales.
Propiciar una alta participación de los alumnos.
Las Preguntas como estrategias para indagar los conocimientos previos
Constituyen
cuestionamientos que impulsan la comprensión en diversos campos del
saber. En la enseñanza son un importante instrumento para desarrollar el pensamiento crítico.
La
tarea del docente será propiciar situaciones en las que los alumnos se
cuestionen acerca de elementos esenciales que configuran los objetos,
eventos, procesos, conceptos, etcétera.
Existen dos tipos de preguntas:
Limitadas o simples. Tienen una respuesta única o restringida, generalmente breve. b) Amplias o complejas.
Su respuesta es amplia, ya que implica analizar, inferir, expresar opiniones y emitir juicios.
Las
clases magistrales se pueden enriquecer a través del planteamiento de
preguntas, ya sea para recuperar conocimientos previos de los alumnos,
suscitar el interés y motivación, o para generar la comprensión en
relación con un tema.
Para qué se utilizan las Preguntas
Las preguntas permiten:
Desarrollar el pensamiento crítico y lógico.
Indagar conocimientos previos.
Problematizar un tema.
Analizar información.
Profundizar en un tema.
Generar ideas o retos que se puedan enfrentar.
Estimular nuevas maneras de pensar.
Desarrollar la metacognición.
Potenciar el aprendizaje a través de la discusión.
Preguntas-guía como estrategias para indagar los conocimientos previos
Las
preguntas-guía constituyen una estrategia que nos permite visualizar un
tema de una manera global a través de una serie de interrogantes que
ayudan a esclarecer el tema.
Cómo se aplican las Preguntas-guía
Se selecciona un tema.
Se formulan preguntas. Se solicita a los estudiantes que las formulen, tomando en cuenta la representación siguiente.
Las preguntas se contestan haciendo referencia a datos, ideas y detalles expresados en una lectura.
La utilización de un esquema es opcional.
Para qué se utilizan
Las preguntas-guía permiten:
Identificar detalles.
Analizar conceptos.
Indagar conocimientos previos.
Planear un proyecto
Preguntas literales como estrategias para indagar los conocimientos previos
Las
preguntas literales (García, 2001) hacen referencia a ideas, datos y
conceptos que aparecen directamente expresados en un libro, un capítulo,
un artículo o algún otro documento.
Las preguntas implican respuestas que incluyen todas las ideas importantes expresadas en el texto.
Las Preguntas literales se plantean:
Se identifican las ideas y los detalles importantes expresados en el texto.
Se plantean las preguntas que generalmente empiezan con los pronombres interrogativos: qué, cómo, cuándo, dónde.
Pueden iniciarse con las acciones a realizar: explica, muestra, define, etcétera.
Es posible que las formulen los profesores, o bien, se solicita a los estudiantes que las planteen.
Las preguntas literales permiten:
Identificar las ideas principales de un texto.
Identificar detalles.
Cuestionar conceptos
Preguntas exploratorias como estrategias para indagar los conocimientos previos
Las
preguntas exploratorias como estrategias para indagar en los
conocimientos previos son cuestionamientos que se refieren a los
significados, las implicaciones y los propios intereses despertados.
Cómo se realizan las Preguntas exploratorias
Se elige un tema, un experimento o una situación.
El profesor formula preguntas exploratorias, o también es posible solicitar a los estudiantes que las formulen.
Pueden iniciarse así:
¿Qué significa…?
¿Cómo se relaciona con…?
¿Qué sucede si yo cambio…?
¿Qué más se requiere aprender sobre…?
¿Qué argumentos te convencen más acerca de…?
Las
preguntas se contestan con referencia a datos, ideas y detalles
expresados en una lectura; sin embargo, la esencia de esta estrategia es
que las respuestas no aparecen directamente en el texto, por lo que es
necesaria una elaboración personal del estudiante.
La utilización de un esquema es opcional.
Las preguntas exploratorias permiten:
Indagar conocimientos previos.
Descubrir los propios pensamientos o inquietudes.
Desarrollar el análisis, además del razonamiento crítico y creativo.
Referencias
Arends R. (2007). Aprender a enseñar. Mexico: McGraw-Hill.
Blythe T. et al. (2004). La enseñanza para la comprensión. Guía para el docente. Buenos Aires: Paidos.
Negrete, J. A. (2010). Estrategias para el aprendizaje. Mexico: Limusa.
Quesada, R. (2007). Estrategias para el aprendizaje significativo. Mexico: Limusa.
Los instrumentos de evaluación son
herramientas que permiten al docente recoger los resultados de un
proceso de enseñanza-aprendizaje y, a partir de ellos, tomar decisiones.
En este artículo vamos a entenderlos en profundidad .
Los instrumentos de evaluación son técnicas y
herramientas que permiten evaluar tanto el proceso de enseñanza como la
calidad del aprendizaje de los alumnos y su desempeño. Gracias a ellos,
podemos identificar qué aspectos necesitan mejorar los estudiantes,
analizar los problemas en la adquisición de conocimientos y,
consecuentemente, tomar acción para establecer una educación de éxito.
Los instrumentos de evaluación son el medio con el que registrar y
obtener los datos necesarios para realizar la evaluación. Contestan la
pregunta ¿con qué evaluar?
Podemos emplear muchos instrumentos, pero necesitamos elegir
dependiendo de lo que queramos medir, de las circunstancias de cada
momento, o de cada espacio o de la necesidad que queramos satisfacer.
Por otro lado, debemos tener claro que los instrumentos de evaluación
miden de igual manera tanto la enseñanza –programación, actividades,
espacios, tiempos, docente/s, materiales, etc.– como el aprendizaje que
de ellos y con todos ellos consiga el alumnado.
Desde que el sistema educativo se basa en el
desarrollo y adquisición de competencias, uno de los retos que se le
presenta al profesorado es la evaluación de dichas competencias. Tercera
entrega de la serie de artículos que aborda este tema.
Continuamos con la tercera entrega de esta serie de artículos sobre la evaluación de las competencias en el área de Religión.
Instrumentos de evaluación
Un instrumento de evaluación es una herramienta que permite
establecer una valoración sobre el grado de consecución de los
aprendizajes (de forma cuantitativa o cualitativa).
Según esto, podemos enumerar los siguientes: cuestionarios
(cognitivos), listados de comprobación, registros o escalas de
observación, valoración o estimación, rúbricas, escalas de actitud.
Nos centraremos en los tres instrumentos de evaluación que principalmente sirven para valorar los tipos de evidencias ya mencionadas (recuerde la tabla de apartados anteriores): listados de comprobación, escalas de valoración y rúbricas. Y que pueden ser utilizados para la autoevaluación, coevaluación y heteroevaluación.
Desde que el sistema educativo se basa en el
desarrollo y adquisición de competencias, uno de los retos que se le
presenta al profesorado es la evaluación de dichas competencias.
Continuamos con la serie de artículos que aborda este tema.
Índice:
Alineación de elementos curriculares: la clave para la validez en la evaluación.
Tipos de evidencia
Continuamos con esta serie de artículos sobre la evaluación de las competencias en el área de Religión.
Alineación de elementos curriculares: la clave para la validez en la evaluación.
El diseño de toda actividad de evaluación debería fundamentarse en los aprendizajes que se pretenden evaluar para comprobar el nivel de logro que han adquirido los estudiantes. Así, permiten obtener distintas evidencias de nuestro alumnado: respuestas a preguntas, desempeños, procesos y productos.
Los referentes de la evaluación (en término de aprendizaje), no pueden ser otros que la concreción que se hace de éstos en los criterios de evaluación. Sea en el marco de un área, materia o ámbito, y que se relacionan con los objetivos generales de etapa, competencias específicas y saberes básicos.
Una evaluación válida y fiable procurará que las actividades de evaluación permitan desarrollar y comprobar los aprendizajes definidos en el currículo y, a su vez, estos aprendizajes guiarán la selección y configuración de los instrumentos de evaluación. La alineación de estos tres elementos: criterios, actividades e instrumentos de evaluación, por tanto, se considera crucial en el diseño de la evaluación.
Una competencia es un desempeño. Un desempeño supone integrar conocimientos, destrezas (habilidades y procedimientos) y actitudes y aplicar esa integración de forma práctica y creativa en la ejecución de una tarea que debe tener una relación clara con la vida (lo que denominamos el contexto). La competencia supone un hacer y un ser que se enfrenta de forma eficaz a la resolución de problemas. No es sólo un saber. Es un saber aplicado (hacer, “hago cosas de manera competente”) y un saber integrado a mi persona (un ser, “soy una persona competente en…”) que me permite resolver problemas de forma eficaz. Los conocimientos, las destrezas y las actitudes de cada competencia, son las tres dimensiones de la competencia: dimensión cognitiva (conocimientos), dimensión instrumental (destrezas y procedimientos) y dimensión actitudinal (actitudes y valores).
Por eso, se identifica la competencia con su desempeño, porque representa una aplicación práctica de lo que se sabe. Una competencia no es únicamente “poder hacer” (capacidades), ni sólo un “saber hacer” (conocimientos exclusivamente), sino que es “hacerlo”.
Por tanto, evaluar una competencia es evaluar su desempeño. Se trata de evaluar la resolución de una tarea o problema con eficacia.
Para la evaluación de competencias deben proponerse actividades que recojan evidencias que demuestren el grado de desempeño de nuestro alumnado y, para ello, utilizaremos los instrumentos de evaluación que se presenten como más idóneos. Esto es, supone diseñar instrumentos en los que el alumnado demuestre con desempeños (evidencias) que puede realizar las tareas de las competencias exigidas.
La siguiente tabla ilustra la relación entre las dimensiones de las competencias, los instrumentos de evaluación que podemos usar y el tipo de evidencia que recogen dichos instrumentos.
Esta tabla nos ayuda a reflexionar sobre qué evidencias pedimos a nuestro alumnado y qué dimensiones de las competencias observamos en las mismas. Por ejemplo, si queremos evaluar conocimientos (aprendizaje de contenidos), las respuestas a preguntas (orales, escritas) sería un medio adecuado; pero no podremos evaluar destrezas y actitudes con un cuestionario.
Por ello se hace necesario combinar distintas evidencias: desempeños, productos, procesos y respuestas a preguntas, con unos buenos indicadores, y, así, obtendremos unos potentes instrumentos de evaluación. Estos indicadores deben surgir del análisis de las competencias específicas y sus criterios de evaluación.
La evaluación “tradicional” está centrada únicamente en un currículo basado en la adquisición de conocimientos, cuya principal fuente de evidencia son las respuestas que proporciona el alumnado por medio de un cuestionario o examen (instrumento de evaluación).
La evaluación de una situación de aprendizaje en clave competencial se basa en un currículo donde predominan los aprendizajes basados en conocimientos, destrezas, habilidades y valores y actitudes, que se centra en la obtención de evidencias a través de desempeños, productos y procesos, utilizando para la valoración de los aprendizajes instrumentos como: rúbricas, escalas de valoración y listas de cotejo o comprobación.
Tipos de evidencia
Según hemos visto en la tabla anterior, disponemos de los siguientes tipos de evidencias...
Poner notas es tan solo tomar la temperatura. Nuestra tarea fundamental como profes es evaluar, ofrecer a cada alumno una referencia útil para saber dónde se encuentra, así como un estímulo para seguir avanzado.
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muy interesantes que otros cursos no hacen)."
A continuación encontrarás un modelo para evaluar la práctica docente, aunque mejorable, puede ser un buen punto de partida. Con este instrumento, dispondrás de algunos indicadores de ejemplo para poder evaluar tu propia práctica docente.
Tienen la ventaja de que, en cualquier momento del proceso, se
conocen los aspectos ya logrados y los que siguen pendientes de
alcanzar, dado que su formulación es descriptiva y explicitan claramente
la meta que se desea.
A continuación encontrarás un modelo para evaluar tu situación de aprendizaje, aunque mejorable, puede ser un buen punto de partida. Con este instrumento, dispondrás de algunas ideas prácticas sobre cómo evaluar el diseño de una situación de aprendizaje, teniendo indicadores que te pueden servir de referencia o ejemplo.
Nuestras compañeras han compartido estas magníficas evaluaciones iniciales para todos los niveles de Primaria en las Redes sociales, las cuales, las ponemos a disposición de todos en este blog. Así es más fácil localizar y no se borrarán.
Dentro de los diversos tipos de evaluación en la educación, la autoevaluación es un elemento clave ya que permite a los alumnos involucrarse de manera activa
en el proceso, así como valorar sus avances y áreas de oportunidad. Por
ello es necesario fomentar su implementación en el salón de clase, ya
que sus ventajas son variadas y evidentes.
¿Qué es la autoevaluación?
Antes de entrar en materia es necesario conocer qué es la autoevaluación:
Es la evaluación que realiza el propio alumno acerca de sus producciones y su proceso de aprendizaje,
de esta forma, conoce y valora sus actuaciones, y cuenta con bases para
mejorar su desempeño. Le permite además describir de qué manera logró
avanzar, cuándo, cómo sitúa el propio trabajo respecto al de los demás, y
qué puede hacer para continuar avanzando.
Beneficios y ventajas de promover la autoevaluación en los estudiantes
La importancia de la participación de los estudiantes en el proceso
de evaluación ha sido puesta de manifiesto por diversos autores, entre
los principales beneficios y ventajas, podemos mencionar que:
Desarrolla autonomía y confianza en los estudiantes.
Favorece la corresponsabilidad en el proceso y en la toma de decisiones.
Involucra en el proceso al alumno y la evaluación adquiere un carácter horizontal.
Fomenta el compromiso de los alumnos con las actividades.
Permite que los alumnos identifiquen sus fortalezas, áreas de oportunidad, así como los pasos a seguir para continuar avanzando.
Propicia la interacción y la comunicación entre estudiantes y profesores.
Motiva y refuerza el aprendizaje.
Ayuda al docente a conocer los procesos que sigue el estudiante para aprender.
Al igual que otros tipos de evaluación, su implementación debe ser cuidadosamente planeada y adecuarse a las características y necesidades del grupo. Por ello debe incluirse dentro de la estrategia de evaluación que el docente utilice, junto a la heteroevaluación y a la coevaluación.
Para implementar la autoevaluación es recomendable destinarle momentos específicos dentro de la planeación de la secuencia didáctica: esto puede ser al inicio si lo que se desea es que los alumnos identifiquen lo que conocen respecto a un tema o contenido nuevo; en el desarrollo para que valoren los avances y áreas de oportunidad y puedan realizar los ajustes pertinentes; o en el cierre para valorar lo que aprendieron así como sus fortalezas y aquello que requieren fortalecer.
Lo anterior, en conjunto con la heteroevaluación y la coevaluación,
proveerá al docente de información valiosa que podrá sistematizar, y a
partir de ello, identificar pautas de intervención para seguir apoyando a
los alumnos y mejorar su propia práctica.
Instrumentos para implementar la autoevaluación
A continuación te compartimos algunos ejemplos de instrumentos que puedes usar para fomentar la autoevaluación en los alumnos:
Diario de clase
Es un instrumento que pertenece a la técnica de observación; se
trata un registro individual donde cada estudiante plasma su experiencia
personal en las diferentes actividades que ha realizado, ya sea durante
una secuencia didáctica, un bloque o un ciclo escolar. Se emplea para
expresar comentarios, opiniones, dudas y sugerencias relacionadas con
las actividades realizadas. Para elaborar un diario de clase se deben
considerar los siguientes aspectos:
Definir la periodicidad del diario, es decir, por cuánto tiempo va a realizarse y con qué propósito.
Seleccionar qué se incluirá en el diario, cómo y para qué.
Realizar un seguimiento de los diarios de los alumnos.
Propiciar la reflexión entre pares y docente-alumno, acerca del contenido del diario.
Ejemplo de Diario de clase para autoevaluación:
Portafolio
Es un concentrado en el cual se integran un conjunto de trabajos y
producciones (escritas, gráficas, cartográficas o digitales) realizados
de manera individual o colectiva a lo largo de una secuencia, un bloque o
un ciclo escolar. Dichas producciones constituyen evidencias
relevantes del logro de los aprendizajes esperados de los alumnos, de
sus avances y de la aplicación de los conceptos, habilidades y
actitudes.
De forma gradual, los alumnos pueden valorar los trabajos realizados,
reflexionar sobre lo aprendido, identificar aquello que requieren
fortalecer, revisarlo cuando sea necesario y recuperar algunas
producciones para ampliar sus aprendizajes.
Pasos para realizarlo:
La elaboración del portafolio debe hacerse en conjunto con el estudiante, para ello se debe:
Establecer el propósito del portafolio: para qué asignaturas y
periodos se empleará; cuál es la tarea de los alumnos; qué trabajos se
incluirán y por qué, y cómo se organizará.
Definir los criterios para valorar los trabajos.
Establecer momentos específicos de trabajo y reflexión sobre las evidencias del portafolio.
Escala estimativa
Se trata de un instrumento perteneciente a la técnica de observación,
el cual permite evaluar procedimientos o conductas realizadas por una
persona; así mismo evidencia el grado en el cual está presente una
característica o indicador. Es muy sencilla de elaborar y utilizar, por
ello resulta un instrumento muy práctico para promover la autoevaluación
en los estudiantes.
Pasos para elaborarla:
Definir el propósito: Establecer la competencia, desempeño, aprendizajes o producto a evaluar.
Traducir el propósito en indicadores o rasgos a evaluar.
Redactar los indicadores o rasgos en primera persona.
Determinar los niveles de logro o desempeño, por ejemplo: muy bien, bien, regular, requiero mejorar.
Ejemplo de escala estimativa para autoevaluación:
Bloc de autoevaluación
Es un instrumento mediante el cual el alumno reflexiona sobre su
propio desempeño, valorando aquello que ya sabía, lo que aprendió y cómo
aprendió, todo esto tomando como referencia contenidos del ámbito
conceptual, procedimental y actitudinal. Una de las ventajas del bloc
de autoevaluación es que permite que el estudiante identifique sus
fortalezas, aquello que necesita reforzar, así como aquellas pautas de
acción que le dan mejores resultados para aprender.
Pasos para elaborarlo:
Definir los propósitos.
Redactar las preguntas que orientarán la autoevaluación. Se sugiere: ¿Qué sabía?, ¿Cómo lo he ido aprendiendo?, ¿Qué se ahora?
Incluir un apartado para valoraciones y otro para que el alumno proponga acciones de mejora.
Realizar un análisis del contenido junto al estudiante para propiciar la reflexión, el análisis y proporcionar retroalimentación.
Tomando en consideración todas las ventajas y beneficios antes
mencionados, es evidente que la autoevaluación debe ser utilizada de
forma permanente en las aulas, ya que es también un aspecto fundamental
del enfoque formativo y por ende provee a los alumnos y al docente de información valiosa para mejorar y continuar aprendiendo.
¡Espero que la información te sea de utilidad!
Referencias:
Calatayud, A. (2002). La cultura autoevaluativa, piedra filosofal de la calidad en educación. Educadores.
Calatayud, A. (2007).Una estrategia de evaluación de los aprendizajes
de los estudiantes en el escenario de la convergencia europea: la
autoevaluación. Comunicación presentada en las V Jornadas de Redes de
Investigación en Docencia Universitaria.
SEP (2013). Las estrategias y los instrumentos de evaluación desde el
enfoque formativo. Libro 4. Serie: herramientas para la evaluación en
educación básica. México: SEP
Durante mucho tiempo, el examen escrito ha sido la opción más
empleada para evaluar a los estudiantes, sin embargo cada vez son más
los profesores que optan por otras alternativas que permiten a los estudiantes demostrar lo aprendido.
Es bien sabido que la evaluación es una parte esencial del proceso
educativo, por ello es importante que se cuenten con diferentes
herramientas, técnicas e instrumentos que permitan implementarla bajo un
enfoque formativo y que nos oriente hacia la mejora de los
aprendizajes.
Opciones de evaluación diferentes al examen tradicional
En la actualidad existen diversas herramientas distintas al examen tradicional para evaluar a los alumnos,
como las rúbricas, las listas de cotejo, el portafolio de evidencias,
entre otros. De igual manera es preciso señalar que hay actividades o
productos que pueden emplearse para el mismo fin como: maquetas, obras
de teatro o audios; los cuales si se establecen criterios bien
definidos, puede ser muy útiles para evaluar el aprendizaje.
A esto hay que añadirle las alternativas que nos ofrece la tecnología
mediante diversas plataformas o aplicaciones, por lo que tenemos a
nuestro alcance muchas opciones para poder evaluar de manera pertinente
el aprendizaje de los estudiantes.
A continuación te compartimos una serie de instrumentos, actividades,
productos y herramientas tecnológicas para poder evaluar a los alumnos,
los cuales pueden ser utilizados y adaptados a diferentes niveles
educativos.
Instrumentos para evaluar a los alumnos
Rúbricas de evaluación
Se tratan de un cuadro de doble entrada en el que se integran los
criterios o indicadores a evaluar, los niveles de logro, así como los
descriptores de logro. Este instrumento es muy útil ya que explicita de
forma clara, tanto para los alumnos como para el propio docente, los
criterios o indicadores de desempeño, así como los distintos niveles de
calidad en ellos. Esta especificidad posibilita una adecuada evaluación y
por ende se puede brindar una pertinente retroalimentación a los
estudiantes.
Cuaderno de los alumnos
El cuaderno es el espacio en donde el estudiante realiza las
actividades que el profesor le indica, es también una evidencia de que
el alumno trabaja y de que está aprendiendo. Es por ello que este
instrumento puede resultar altamente útil para evaluar el aprendizaje.
Para ello es necesario que se planifique bien el proceso, y que éste sea
basado en los aprendizajes esperados.
Para emplear el cuaderno como instrumento de evaluación
se promueve que el alumno integre un espacio para que pueda ir anotando
sus opiniones, ideas y reflexiones acerca de las actividades que va
realizando, así como de sus avances y dificultades. De igual manera es
preciso que el docente realice retroalimentaciones (en el cuaderno) que
fomenten la reflexión y la argumentación de los estudiantes.
Portafolio de evidencias
Se trata de un concentrado de evidencias que posibilita integrar
información acerca del desempeño del estudiante. Se compone de trabajos y
diferentes producciones realizadas de forma individual o en equipo. Una
de las condiciones es que las evidencias que se incluyan sean
significativas y den cuenta del avance del alumno a lo largo de una
secuencia didáctica, un trimestre, un proyecto o un curso.
La implementación se realiza en conjunto con el estudiante, se
establecen los objetivos o propósitos, se seleccionan las evidencias a
integrar, las cuales deben ser previamente evaluadas y calificadas.
Posteriormente se establecen tiempos para analizar las evidencias, y
reflexionar acerca de los avances y aspectos a mejorar.
Lista de cotejo
Una lista de cotejo
es un cuadro de doble entrada, en la columna izquierda se anotan los
criterios a evaluar y en la fila superior se incluye una escala de
valoración dicotómica, normalmente sí/ no. Es indispensable que en los
criterios se consideren aspectos importantes del proceso de aprendizaje.
Guía de observación
Es un instrumento con una lista de indicadores que pueden diseñarse
como afirmaciones o preguntas que orientan lo que se desea observar.
Puede emplearse para observar las respuestas o el desempeño de los
alumnos durante una secuencia didáctica, un proyecto, un trimestre o el
tiempo que el docente determine.
Actividades, productos e ideas para evaluar a los alumnos
Las siguientes actividades/ productos pueden ser empleados para
evaluar; para ello se recomienda tener los indicadores o rasgos a
evaluar bien definidos.
Mapa conceptual
El mapa conceptual y en general cualquier organizador gráfico
(mapa mental, cuadro sinóptico, etc;) puede resultar muy útil para
emplearlo como instrumento para evaluar. Un organizador gráfico es una
representación visual que comunica una estructura lógica de un tema o
contenido.
Estos pueden ser utilizados en cualquier momento del proceso de
enseñanza, pero son especialmente útiles al final del mismo como
herramienta de evaluación, ya que permiten al alumno representar las
ideas y conceptos aprendidos acerca del tema.
Línea del tiempo
La línea del tiempo es una representación gráfica de periodos cortos,
medianos o largos (años, décadas, siglos o milenios). Mediante ella se
pueden señalar la duración de distintos hechos o procesos, identificar
cuáles sucedieron de manera simultánea, entre otros aspectos. Es
especialmente útil para evaluar temas de la asignatura de historia.
Maqueta
Una maqueta (también conocida como diorama) es una representación o
modelo a escala de un objeto. Mediante ella se permite a los alumnos
plasmar su creatividad y puede ser empleada por ejemplo para representar
la estructura de un volcán, explicar los distintos tipos de relieve o
algunas escenas relacionadas con la vida en la prehistoria.
Juegos
El juego es una manera muy divertida de evaluar los aprendizajes que
han logrado los alumnos acerca de un tema. Existen algunos juegos
conocidos que pueden ser adaptados para concursos de preguntas y
respuestas como por ejemplo: tronar globos, en el cual se pueden meter
previamente preguntas en ellos; otro ejemplo es la ruleta preguntona.
Con un poco de creatividad se puede hacer de la evaluación algo muy
divertido.
Obra de teatro
Las obras de teatro son una excelente opción para que los alumnos
puedan demostrar lo aprendido en diversas asignaturas al tiempo que
desarrollan la creatividad y su imaginación. Pueden utilizarse para
representar pasajes históricos, biografías de diferentes personajes,
entre otras temáticas.
Otra de las ventajas es que al redactar el guion se trabaja la
expresión escrita, así mismo al presentar la obra se promueven otras
facetas relacionadas con las artes.
Cómic o historieta
El cómic o historieta es una serie de dibujos que da cuenta de un
relato, puede estar acompañado o no de texto. Es posible emplearlo para
evaluar temas de distintas asignaturas, ya que los alumnos pueden
expresar lo aprendido de manera diferente y divertida.
Debate
Un debate es un acto de comunicación en el cual dos o más personas
opinan acerca de uno o más temas defendiendo su postura. Al emplearlo en
el aula, los estudiantes apoyan sus opiniones en los conocimientos
adquiridos sobre el tema para poder argumentar de mejor forma.
Baile
Mediante el baile se permite a los alumnos demostrar de manera
creativa y simbólica lo aprendido acerca de un tema. Al mismo tiempo,
cuando eligen la música y preparan la coreografía desarrollan distintas
habilidades. ¿Cómo sería la coreografía y la música para explicar el
Sistema Solar? ¿O sobre las partes de la célula?
Acróstico
Un acróstico es una composición poética o normal en el que las letras
con que inician cada verso u oración son leídas en sentido vertical y
forman un vocablo o una frase. Puede ser empleado para que los alumnos
den cuenta de lo aprendido de un tema.
Por ejemplo, se les puede solicitar que plasmen lo que saben acerca
del magnetismo, para ello deberán escribir de forma vertical la palabra
“magnetismo” y con cada letra inicial de esa palabra deberán expresar
una idea acerca del tema.
Grabación de audio
En una grabación de audio los alumnos pueden expresar lo aprendido
acerca de distintas temáticas. Para ello el docente puede previamente
diseñar preguntas orientadoras acerca de un tema, sin que esto se
convierta en un cuestionario, sino para que sirvan de guía al estudiante
para poder expresar sus conocimientos.
Herramientas digitales para evaluar
Kahoot!:
En esta plataforma el docente puede crear “quizs” en línea, para que
los alumnos los respondan de manera individual o en equipo. Las
preguntas son elaboradas por el profesor, pero también puede reutilizar
kahoot! ya creados.
Google Forms:
Esta herramienta permite a los profesores crear formularios en línea,
para evaluar los temas estudiados. Una de las ventajas de utilizarla es
que ofrece estadísticas para poder evaluar y corregir de forma sencilla.
Quizizz: Esta
plataforma permite crear tests en línea para luego enviarlos a los
estudiantes. Una vez contestados, el docente recibe los resultados en
los cuáles se pueden identificar los avances y lo que se necesita
reforzar.
Infografías: Mediante las infografías los
estudiantes pueden plasmar de forma visual lo aprendido de un tema. Al
elaborarla analizan lo que aprendieron, lo sintetizan y lo dan a conocer
de manera sencilla y atractiva. Algunas de las mejores herramientas
para elaborarlas son: Canvay Piktochart.
Formative: Esta
aplicación permite enviar a los alumnos materiales, lecciones así como
preguntas para que puedan responderlas rápidamente mediante una tablet.
Una de las ventajas de esta herramienta es que el profesor recibe las
respuestas en tiempo real, por lo que los puede evaluar de inmediato.
Conclusiones
La evaluación debe ser un proceso cuidadosamente planeado, por lo que
es recomendable que al utilizar cualquiera de los instrumentos o
herramientas que acabamos de analizar, se diseñen previamente
indicadores que incluyan aspectos relevantes del proceso de
enseñanza-aprendizaje.
Así mismo, es preciso que ofrezcamos a los estudiantes distintas
alternativas para que puedan demostrar lo que han aprendido ya que de
esta forma la evaluación será inclusiva. FIinalmente no debemos olvidar
el enfoque formativo,
por lo que al evaluar debemos identificar los avances y lo que se
necesita reforzar, para así poder brindar una retroalimentación que
oriente hacia la mejora.